Un buen queso hay que saber cómo comerlo, ya que no se debe de comer de cualquier forma, dependiendo del queso que estemos degustando deberíamos comerlo de una forma u otra. La cata de un queso es uno de los aspectos principales y además uno de los más desconocidos. En la degustación de un buen queso debemos de poner los 5 sentidos, pese a lo que mucha gente pueda llegar a pensar. Es vital poder palpar el queso que vallamos a degustar, para saber su textura, el grano, la densidad de la pasta e incluso los sonidos que puede tener este a la hora de cortarlo o morderlo/masticarlo, ya que nos indicaran aspectos importantes sobre su curación o su grado de dureza.
Pautas para Degustar un buen Queso
A la hora de poder degustar un queso no hay una serie de normas a las que tengamos que atender de forma meticulosa pero si hay una serie de pautas que debemos tener en cuenta para no alterar el sabor si realizamos una degustación de varios quesos. Es muy importante no utilizar un cuchillo dentado cuando cortemos el queso y deberíamos darle el corte adecuado en función del queso que vallamos a cortar (no tiene nada que ver si cortamos un queso Brie, un queso Manchego o un queso de barra), a ser posible deberíamos colocar un número impar en la degustación.
A la hora de consumir el queso se debería de hacer a temperatura ambiente (esto potenciará su sabor) por lo que deberíamos sacar del refrigerador el queso una media hora antes de consumirlo. Lo ideal sería probar los quesos de menor a mayor intensidad y temar algo que entre muestra y muestra podamos tomar para eliminar el sabor del anterior y con lo que enjuagarnos para eliminar posibles restos de la boca.
¿Cómo Conservar el Queso?
A la hora de su conservación sería importante intentar evitar el papel film y utilizar en su caso un papel alimentario y si fuera posible meterlo en una caja hermética y en la parte más baja para evitar que coja olores y sabores del resto de alimentos que tengamos dentro del refrigerador.
¿Con que acompañar un buen Queso?
Lo más utilizado a la hora de probar un buen queso es el vino pero cada día más se está acompañando con cerveza y en cuestión de panes, aquí sí que hay libre elección porque en función del queso y del anfitrión podremos tener una amplia variedad a la hora de su elección y que no quedará nunca mal ningún tipo de pan.
Pese a todo y como al principio apuntábamos esto no son una reglas que habría que seguir al pie de la letra, más bien serían unas directrices que nos ayudarían pero como en casi todo el maridaje es muy subjetivo y nadie tiene la verdad absoluta por lo que sería muy importante poder perder el miedo y dejarse llevar ya que en ocasiones las mezclas más estrambóticas suelen funcionar bien cuando hay un buen queso de por medio.